Considero que el género del retrato, es el más importante del Arte de la
Fotografía. Cualquier fotógrafo a lo largo de su vida, podrá fotografiar: a sus
parientes, a sus amigos y a los desconocidos, que alguna vez, le soliciten una
foto especial, para recordar un momento significativo. Hay que establecer
cuatro factores primordiales, en la elaboración de un retrato: 1) el estudio de
la persona, 2) la postura, 3) el lugar apropiado, y 4) la parte técnica.
1) Cuando conoces al personaje, valorando su carácter y su aspecto físico,
reconoces los puntos fuertes y los débiles. Se tratará de resaltar lo mejor de
la persona; disimulando (si se puede); algún detalle o defecto; si lo hubiera.
Personalmente no creo en el cuerpo perfecto. La perfección no existe. No hay
dos gotas de agua, del mismo tamaño, que tengan la misma composición química.
Nuestros ojos y nuestras orejas, no son idénticas; aunque lo parezcan. El
principio de simetría está presente en la Naturaleza; sin embargo, se encuentran
irregularidades milimétricas, en nuestros miembros u órganos. Por lo cual, la “belleza
ideal” es solamente una teoría correctiva. Una “norma” que se pretende imponer,
a unas criaturas diferentes en su presencia física.
No quiero entrar en la polémica espinosa, de las personas que se operan
alguna parte corporal; rellenándola o adelgazando, en cierta medida, su aspecto
natural, para conseguir una apariencia extraña; siguiendo una moda, o los
caprichos de otros seres humanos; los cuales se creen dioses, inventando “otras
criaturas artificiales”. Siempre defenderé una belleza natural y sincera, sin
transformaciones exageradas.
Un peinado proporcionado, un maquillaje suave, y un vestuario armonioso,
son complementos indispensables, para mejorar la imagen de una mujer, o de un
hombre destacado. Teniendo en cuenta, que la expresión del rostro es
fundamental. Y la persona debe estar cómoda y segura, con su propia apariencia.
Si es posible, mostrando una pequeña sonrisa veraz. Ya que la sonrisa grande,
la cual enseña buena parte de los dientes; únicamente se debe emplear, a la
hora de vender pasta dentífrica.
2) La postura o la pose. Si ella o él se ponen de pie, sentados, inclinados
o acostados, son posibilidades discutibles. Entonces habrá que barajarlas, hasta
decidirse por la más sugerente; que destaque la “dignidad” del ser retratado.
Además, hay que reflexionar sobre el gusto del cliente, el ojo artístico del
fotógrafo, y las opiniones contradictorias del público; que verá el resultado
final, de este proceso complejo.
3) El lugar apropiado. Pueder ser: un escenario natural, al aire libre; o
bien en un escenario artificial, en el estudio del fotógrafo, o dentro de
cualquier vivienda. Cada zona estratégica, tendrá una relación simbólica con la
persona retratada. El ambiente favorecerá a la imagen física. Nunca podrá
concentrar ese sitio, más atención que
el modelo. El ser fotografiado, con su imagen y sus complementos, será el
centro de nuestras miradas. Un buen lugar es un gran beneficio, un abrigo
especial, no es un mero decorado. En cuanto a los “escenarios neutros”, no soy
muy partidario de ellos. Hay que tratarlos con mucho cuidado. Los fondos
blancos suelen comerse la silueta, si se produce un exceso de luz. Una pared
gris puede darnos una sensación de tristeza. Y un muro oscuro, o una tela negra,
una impresión de misterio, o miedo. Todo dependerá del momento y de la
expresión que nos interese.
4) La cuestión técnica. Es la batería de recursos del fotógrafo. El tipo de
cámara, la luz del ambiente, la distancia, que habrá entre el artista y el
sujeto-objeto sensible, así como el ángulo de la toma; el “nivel” del aparato;
nuestro punto de vista; el cual podrá amplificar o restringir al ser retratado.
Esto se aprenderá con la experiencia. Estudiando los aciertos y los errores;
para no repetirlos en otras sesiones fotográficas.
*Nota: Si quieres ver, dos
ejemplos de retratos, efectuados con mi cámara, pincha estos enlaces.
-Modelo 1º:
-Modelo 2º:
Leo Valdés.
Fotografía SPECIAL BLUE.