Es una pregunta fundamental, tanto si eres modelo, como si no lo eres.
Frecuentemente, después de la ducha, cuando abrimos el ropero, comienza la
difícil tarea de buscar, las prendas más adecuadas, con las cuales intentaremos
componer, nuestra apariencia relevante, con la intención de presentarnos, a una
cita especial. La ropa se inventó por un objetivo: cubrir la desnudez corporal;
y no fue concebida por la finalidad de un disfraz. Jamás pretendas convertirte
en otra persona, ni trates de imitar a los personajes famosos. Tu vestuario
tiene que expresar: tu propia personalidad; y realzar tu aspecto físico. Una
misma prenda no armoniza, con todos los seres de igual género.
Considero más importante: la calidad de la tela y su diseño, antes que una
marca determinada. Los colores claros nos rejuvenecen con alegría; mientras que
los oscuros nos aumentan la edad, con seriedad y cierta tristeza. Si combinamos
los colores, conseguimos una imagen divertida, a pesar de los años que tengamos
encima. Jamás se te ocurra, emplear una camisa o blusa blanca, gris o negra, a
la hora de hacerte una foto tipo carnet. Si usas gafas, despréndete de ellas,
aunque las necesites y tropieces con el taburete. Una luz moderada y nada de
contraste. La máquina de la administración estatal, ya se encargará de
aclararte la cara, sorprendentemente.
Ahora bien, no me solicites una foto de carnet. Eso sería un agravio sobre
mi profesionalidad, puesto que no me dedico a esa minucia. Yo soy un fotógrafo
artista, que está interesado en descubrir y valorar: tu mejor semblante, con
toda mi “batería de recursos”. Únicamente, concéntrate en tus emociones
internas, que aflorarán en tu rostro: el espejo de tu esencia personal.
Teniendo en cuenta que los fotógrafos no hacemos milagros. Aquí no hay trucos,
ni trampa ni cartón. Simplemente, déjate llevar por mis consejos: Escucha y
aprende a posar, con unas poses básicas, que puedes memorizar y practicar
delante de tu espejo. Él será tu primer maestro; el cual te mostrará: tus
puntos fuertes y los débiles; tus sonrisas y tus preocupaciones; tus deseos y
tus temores.
Una sesión fotográfica consiste: en una serie de fotografías, referentes a
un motivo concreto, tema o personaje; en un escenario natural; al aire libre; o
en un escenario artificial; como es el caso del estudio de un fotógrafo; una
sala acondicionada y cerrada. Existen ventajas y desventajas, en el momento
preciso de fotografiar, en un lugar o en el otro. A pesar de ello, no te
preocupes por esas cuestiones, de la parte técnica me encargo personalmente. Tú
solamente piensa en positivo, con mucha paciencia y serenidad; disfrutando de
ese tiempo, que será inmortalizado por mi cámara digital. Y cuando veas el
resultado, si verdaderamente te agrada, habrás descubierto: ese otro ser, que
estaba dentro de ti; pero que tú no lo habías visto, todavía, a través de mis
ojos. Ahí está la “magia fotográfica”.
En ese meticuloso instante, en el cual examines el contenido de tu armario,
fíjate en el estado de conservación de tus vestidos. Si encuentras algo roto, o
que esté descolorido por la lejía, lo puedes descartar inmediatamente. En
principio, no es necesario que te compres un traje nuevo, para esa sesión
fotográfica; que hayas concertado con tu fotógrafo, o conmigo. Siempre habrá
alguna prenda, que no suele usarse habitualmente, sino en algún evento puntual.
Selecciona la indumentaria de más calidad. Algunas mujeres prefieren una bata
de andar por casa, que un vestido de fiesta; mientras que algunos hombres
visten camisetas, y muy pocas veces, usan camisas clásicas de botones. Sabemos
que la costumbre y la comodidad, nos impone. Sin embargo, no es lo más
elegante. Así que piénsalo detenidamente. Con tu vestuario no trates de
impresionar al fotógrafo, sino a esas personas, que verán algún día, tus
fotografías; las cuales juzgarán tu apariencia.