Sobre el concepto estético SPECIAL BLUE

El título de un blog no es una mera casualidad, ni una frivolidad. Representa un tema y un contenido, que van unidos de la misma mano creadora, y de una mente racional, que lo ha concebido. Mi bitácora: “Fotografía SPECIAL BLUE”, constituye un medio de expresión y de comunicación, para exponer y explicar, aquellas fotografías que centran mi atención; las cuales fundamentan, mis propios principios estéticos: orden (en la composición), propuesta, belleza, armonía y profundidad. Pero, ¿qué es en realidad un “azul especial”? Algo que lo diferencia, a través de nuestro estado anímico, y por lo tanto, es subjetivo.

El color azul es mi favorito. El azul del mar en calma, y el azul del cielo, claro y despejado; equilibran nuestro carácter, en un instante concreto. El azul a la hora de vestirnos, combinado con otros colores, también refuerza una sensación especial. El azul no es un capricho. El azul es principalmente: un manantial de inspiración constante e inagotable. Sabemos que existen otros colores en la Naturaleza; los cuales nos producen emociones distintas, dependiendo de nuestra sensibilidad, y de nuestros recuerdos del pasado; los cuales influyen en nuestro presente. Ahora bien, si examinamos con paciencia, todas las cosas que nos rodean, descubriremos un mundo nuevo; que forma parte de nuestro mundo habitual.

Por el contrario, si vamos con rapidez por la vida; al trabajo, al centro de estudios, al gimnasio, o, a la peluquería; por citar unos ejemplos; no percibiremos la multitud y la variedad, de todos los detalles y de las cualidades, que nos ofrece el campo y la ciudad, en su paisaje rústico y en el urbano. Así pues, tenemos que levantar la cabeza y contemplar, en todas las direcciones. Y también, inclinarnos, sobre las cosas pequeñas, que hay en el suelo, en la tierra, en la playa, o encima de la hierba. Millones de “objetos” se acumulan a nuestro alrededor. Siempre habrán muchas oportunidades, para explorar los motivos y los temas de la realidad inmediata; utilizando una cámara fotográfica, con paciencia y reflexión.

Las dos cualidades esenciales, que debe poseer: cualquier persona que pretenda formarse, en el mundo de la Fotografía; con el objetivo de vivir una experiencia visual; múltiple y excepcional. Tan impresionante como ese “azul especial”; el cual se pierde en el horizonte de nuestras vivencias cotidianas. La inspiración está en cualquier parte; dentro y fuera de ti; en mi interior y en el exterior. ¿Comprendes ahora este concepto estético? Si lo afirmas, entonces seguiremos disfrutando del Arte de la Fotografía.

*Nota: Este artículo se relaciona y se complementa, con dos entradas específicas, que os muestro, a continuación; recomendando la lectura de ambas:

-¿Qué ropa me pongo para posar? – Consejos de un fotógrafo

https://fotografiaspecialblue.blogspot.com.es/search/label/%C2%BFQu%C3%A9%20ropa%20me%20pongo%20para%20posar%3F

-Presentación de mi blog: Fotografía SPECIAL BLUE

https://fotografiaspecialblue.blogspot.com.es/search/label/Presentaci%C3%B3n%20de%20mi%20blog%20-%20Una%20introducci%C3%B3n%20a%20la%20Fotograf%C3%ADa

Leo Valdés.

Fotografía SPECIAL BLUE.

¿Qué ropa me pongo para posar? - Consejos de un fotógrafo

Es una pregunta fundamental, tanto si eres modelo, como si no lo eres. Frecuentemente, después de la ducha, cuando abrimos el ropero, comienza la difícil tarea de buscar, las prendas más adecuadas, con las cuales intentaremos componer, nuestra apariencia relevante, con la intención de presentarnos, a una cita especial. La ropa se inventó por un objetivo: cubrir la desnudez corporal; y no fue concebida por la finalidad de un disfraz. Jamás pretendas convertirte en otra persona, ni trates de imitar a los personajes famosos. Tu vestuario tiene que expresar: tu propia personalidad; y realzar tu aspecto físico. Una misma prenda no armoniza, con todos los seres de igual género.

Considero más importante: la calidad de la tela y su diseño, antes que una marca determinada. Los colores claros nos rejuvenecen con alegría; mientras que los oscuros nos aumentan la edad, con seriedad y cierta tristeza. Si combinamos los colores, conseguimos una imagen divertida, a pesar de los años que tengamos encima. Jamás se te ocurra, emplear una camisa o blusa blanca, gris o negra, a la hora de hacerte una foto tipo carnet. Si usas gafas, despréndete de ellas, aunque las necesites y tropieces con el taburete. Una luz moderada y nada de contraste. La máquina de la administración estatal, ya se encargará de aclararte la cara, sorprendentemente.

Ahora bien, no me solicites una foto de carnet. Eso sería un agravio sobre mi profesionalidad, puesto que no me dedico a esa minucia. Yo soy un fotógrafo artista, que está interesado en descubrir y valorar: tu mejor semblante, con toda mi “batería de recursos”. Únicamente, concéntrate en tus emociones internas, que aflorarán en tu rostro: el espejo de tu esencia personal. Teniendo en cuenta que los fotógrafos no hacemos milagros. Aquí no hay trucos, ni trampa ni cartón. Simplemente, déjate llevar por mis consejos: Escucha y aprende a posar, con unas poses básicas, que puedes memorizar y practicar delante de tu espejo. Él será tu primer maestro; el cual te mostrará: tus puntos fuertes y los débiles; tus sonrisas y tus preocupaciones; tus deseos y tus temores.

 

Una sesión fotográfica consiste: en una serie de fotografías, referentes a un motivo concreto, tema o personaje; en un escenario natural; al aire libre; o en un escenario artificial; como es el caso del estudio de un fotógrafo; una sala acondicionada y cerrada. Existen ventajas y desventajas, en el momento preciso de fotografiar, en un lugar o en el otro. A pesar de ello, no te preocupes por esas cuestiones, de la parte técnica me encargo personalmente. Tú solamente piensa en positivo, con mucha paciencia y serenidad; disfrutando de ese tiempo, que será inmortalizado por mi cámara digital. Y cuando veas el resultado, si verdaderamente te agrada, habrás descubierto: ese otro ser, que estaba dentro de ti; pero que tú no lo habías visto, todavía, a través de mis ojos. Ahí está la “magia fotográfica”.

En ese meticuloso instante, en el cual examines el contenido de tu armario, fíjate en el estado de conservación de tus vestidos. Si encuentras algo roto, o que esté descolorido por la lejía, lo puedes descartar inmediatamente. En principio, no es necesario que te compres un traje nuevo, para esa sesión fotográfica; que hayas concertado con tu fotógrafo, o conmigo. Siempre habrá alguna prenda, que no suele usarse habitualmente, sino en algún evento puntual. Selecciona la indumentaria de más calidad. Algunas mujeres prefieren una bata de andar por casa, que un vestido de fiesta; mientras que algunos hombres visten camisetas, y muy pocas veces, usan camisas clásicas de botones. Sabemos que la costumbre y la comodidad, nos impone. Sin embargo, no es lo más elegante. Así que piénsalo detenidamente. Con tu vestuario no trates de impresionar al fotógrafo, sino a esas personas, que verán algún día, tus fotografías; las cuales juzgarán tu apariencia.